Dahlia
Dahlia fue la primera cerdita que llegó al santuario, nos fue cedida por un ganadero dándole un cambio completo a su vida. Hoy día es una cerdita alegre y muy activa, pasa la mayor parte del tiempo descansando o buscando algún tentempié para calmar su gran apetito. A Dahlia la caracteriza su inteligencia, llegando a abrir puertas con complejos cierres para llegar a los sitio que se propone; otra característica suya es su gran debilidad por lo mimos, no dudará en seguirte por cada rincón para difrutar de ellos; llegando a protestar y pegarte un morrazo en la pierna si decides parar de acariciar su tersa piel.
Dahlia es uña y carne con Alma, pasan gran parte de su tiempo juntas descansando en el estanque y mojando sus barrigas en los charcos de barro.
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