Gara

Gara es una ovejita muy tranquila y armoniosa que llegó al santuario siendo una bebé, escapando de una granja donde estaba mal nutrida y en pésimas condiciones higiénicas y sanitarias. Desde el primer momento se integró perfectamente con el resto de habitantes del santuario y desarrolló un maravilloso vínculo con Atenea, convirtiéndose en su hija adoptiva. Tiene un carácter muy independiente siendo normal verla tanto con las otra ovejas como sola descansando o dándose un banquete de pasto verde por su cuenta.