Loto y Ágata

Este par de cabritas fueron las primeras en llegar al santuario, nos fueron donadas por un ganadero que ya nos las quería. Llegaron con muy pocos meses de edad, su aspecto tan blanco las hace ver como si fueran de un cuento de hadas.

Loto es tranquila y observadora, le encanta salir a pastar junto a Ágata y las demás cabras y ovejas. Ágata es un poco más intrépida que Loto y a las dos le pierden las mandarinas, pueden comer una detrás de otra sin parar.